Todo comienza a partir de un debate interno, sobre qué tipo de actividades proponer en estos tiempos, en los que la distancia de seguridad es un pequeño problema para nuestras clases de Educación Física. Una de las propuestas estrella, era aprender y trabajar la habilidad del salto de comba, una actividad potente que favorece el desarrollo físico a través del trabajo de la coordinación y el equilibrio, y además, permite mejorar la condición física mediante el necesario trabajo de la resistencia. En definitiva, una actividad saludable que fortalece nuestra salud, algo fundamental para sobrevivir en esta “Era” Covid.

Debido a la carga de alumnado y la falta de tiempo debido al horario con las entradas escalonadas, este curso estoy programando actividades similares con diferentes grados de complejidad para poder llevarlas a cabo con alumnos/as de diferentes niveles. En este sentido, programé unidades de saltos y equilibrios para los más pequeños, en las que se iniciaban al salto de comba larga y comba individual.

Para evitar compartir materiales, cada alumno/a debía traer su propia comba.

Para los más mayores, a partir de tercero de primaria, planteé una dinámica de salto de comba a través de retos individuales y por equipos (basado en los retos de @Jorgutushd) acabando las sesiones saltando a la comba larga.

El salto de comba es una habilidad compleja y tenemos que tener en cuenta que muchos de los alumnos/as no han tocado una cuerda en su vida. Por ello, mi propósito era plantear una actividad en la que el alumnado aprendiera y mejorara la habilidad ayudando a aquellos que más lo necesitaran.

En primer lugar y después de una valoración inicial, se formaron equipos de 4 o 5 alumnos/as, formados como mínimo por 2 alumnos/as que supieran saltar para que pudieran ayudarse entre ellos.

La dinámica consistía en ir trabajando los retos individuales para ir superándolos y además ayudar a los compañeros/as.

De forma individual iban superando los 3 niveles a la vez que sumaban los puntos correspondientes. Pero el objetivo final era intentar que todos los miembros consiguieran superar los retos. De esta forma, se consolidaban como equipo e iban sumando los puntos extra.

Al final del todo se contabilizan los puntos y se suman los del equipo para observar cuántos puntos hemos conseguido en total.

Todo esto, nos lleva a 2 reflexiones importantes que nos fortalecen como personas críticas:

1. No todos tenemos la misma facilidad para realizar las actividades físicas, por lo tanto debemos respetar y ayudar a los compañeros/as.
2. A base del esfuerzo podemos conseguir objetivos que a priori nos parecen imposibles.

Para evaluar la unidad, valoro aspectos fundamentales como:

• Entrar y salir de la comba larga (Coordinación segmentaria)
• Salto de comba individual (Coordinación general)
• Retos individuales.
• Esfuerzo.
• Trabajo en grupo
• Higiene y material.

Por último, realizamos una autoevaluación mediante la cual pretendo que reflexionen sobre su propio aprendizaje.

Me llena mucho como profe ver a los alumnos/as esforzarse por conseguir retos y superar las tareas. Pero aún estoy más satisfecho, cuando bajo al patio y veo a muchos niños y niñas jugar a aquello que hacemos en Educación Física.

Aquí dejo un pequeño vídeo resumen de lo que ha supuesto la actividad.